domingo, 8 de septiembre de 2013

"María se pasa 20 minutos doblando toallas": Por qué millones de personas están hipnotizadas por vídeos ASMR

Siempre me ha resultado duro explicar por qué adoro ver canales de la teletienda. Me he encontrado con pocas personas que compartan mi cariño por QVC y demás, y mi pasión es inevitablemente despreciada -particularmente cuando menciono que jamás compro nada. "Entonces, ¿para qué verlo?" preguntan. Nunca sé qué contestar. Sólo que me hace sentir "bien".

Hay algo en la manera tan cuidadosa que usan los presentadores para explicar conceptos manifiestamente obvios: una vez vi a un hombre hablar durante diez minutos sobre los beneficios de adquirir un pack de 10 cintas vírgenes de vídeo, y dejé que mi cabeza zumbara dulcemente de una manera que no es fácil de describir. Cuanto más suaves y redundantes son las explicaciones, más placer me producen. Nunca he sabido por qué, y sigo sin saberlo -pero gracias a Internet he descubierto que alguien le ha dado un nombre: ASMR, o respuesta sensorial meridiana autónoma.

Busca online sobre ASMR y encontrarás listas de sensaciones físicas que la gente clama haber experimentado como resultado de ver y escuchar estímulos específicos: desde hormigueos en las extremidades hasta un "orgasmo cerebral" en toda regla. También puedes encontrar links con cientos de vídeos caseros ASMR que pueden presentar el golpeteo de las uñas, el desenvolver con delicadeza regalos o sacar de cajas artículos de nueva tecnología, escenarios de role-playing con dentistas, dermatólogos o agentes de viaje, exposiciones del contenido de cajones y armarios, y cientos de horas de personas susurrando sobre nada en particular. Todo esto puede parecer sólo otro absurdo nicho de actividad engendrado en Internet, pero los privilegiados creadores de vídeos relativos a ASMR acumulan millones de visitas a los canales. En un mundo online caracterizado por la inmediatez, ubicuidad, multitarea y todo elevado a 11, un inmenso número de personas están hallando un intenso placer en vídeos en los que apena sucede nada. "Me llamo María", empieza un vídeo ASMR cada vez más fuertemente popular con más de 300.000 vistas, "Y me han pedido que sea que sea tu consultora de decoración del hogar para hoy". María entonces se tira veinte minutos demostrando cómo doblar toallas. Lo adoro absolutamente. Lo veo continuamente. Mis amigos creen que estoy loco.

Soothetube, una página web que recopila este tipo de vídeos en Internet, está mantenida por un hombre canadiense que sólo quiere dar sus iniciales -MR; su reticencia a revelar su nombre no es atípica entre la comunidad ASMR, y yo sugiero que quizás estos vídeos constituyen algún tipo de placer culpable, a pesar de su naturaleza benévola. "Yo no diría culpable", responde MR. "Personalmente hablando, sólo me evita tener que explicarlo ante las personas que no lo entienden". Nicholas Tufnell, un escritor que fue de los primeros en confesar una leve adicción a ASMR en una columna del Huffington Post, no está tan seguro. "Si alguien te pilla viendo porno", dice, "es más sencillo de explicar que si te pillan viendo vídeos ASMR".

Pero quien sea que acuñara el término ASMR, dándole una etiqueta que sonara medianamente médica, ha ayudado a personas a restar importancia a algo de esa culpabilidad, también los ha unido en una comunidad mediante un término fácilmente buscable. Mira los comentarios de los vídeos ASMR y verás a cientos de personas diciendo cosas como "¡Oh, a mí me pasa, no sabía que fuera algo!". Andrew MacMuiris, que está involucrado en proyectos de investigación en asmr-research.org, opina que estos foros son cruciales para ofrecer validación a aquellos que están preocupados sobre cuán "normal" es todo esto. "Hay menos posibilidades de ser juzgado o rechazado online", dice. "Si le confiesas a un amigo que tienes estos hormigueos en la cabeza, te dirá que vayas a ver a un médico, y el médico te dirá que no tiene mucha importancia. Éste es el tipo de reacción que muchos de nosotros hemos experimentado."



Los escépticos de ASMR le dedican al fenómeno poca atención. El artículo de ASMR en la Wikipedia recientemente fue votado para ser eliminado por sus colaboradores a causa de no tener evidencia médica real, y sigue offline. Tom Stafford, profesor de Psicología y Ciencia Cognitiva en la Universidad de Sheffield, comprende la irritación de la comunidad ASMR de que sus experiencias en cierto modo se nieguen: "Tiene que ser algo real", dice, "pero es inherentemente difícil de investigar. La experiencia interna es el propósito de gran parte de la investigación psicológica, pero cuando tienes algo así, que no puedes ver ni sentir, y no le sucede a todo el mundo, cae en un punto muerto. Es como la sinestesia -durante años fue un mito, hasta que en los noventa por fin se halló un método fiable de medirla."

Las sensaciones asociadas con ASMR no son nuevas. MacMuiris ha hablado con personas mayores que las han experimentado durante 50 años o más pero que nunca han sabido por qué. Un ejemplo frecuentemente citado de que existe una cultura ASMR es el programa de la tele realizado por el pintor americano de paisajes Bob Ross; cerca de 400 episodios de The Joy of Painting fueron filmados antes de su muerte en 1995, y desde entonces se han convertido en un básico en ASMR. Durante años, televidentes sin interés en la pintura experimentaron más placer del que podían explicar sólo por ver a Ross hablando quedamente mientras daba toquecitos de pintura en un lienzo, pero claramente activa todos los componentes ASMR: experiencia, precisión, patrones de discurso tranquilizadores y ruidos suaves, a los cuales le sigue inevitablemente el característico "escalofrío". "Volvía del colegio, veía a Bob Ross y simplemente me quedaba frito", dice MR, de Soothetube. "Sólo su voz ya tenía ese efecto en mí. Entonces cuando comencé a tener problemas para dormir unos pocos años después, empecé a escucharle en mi iPod todas las noches. Dormía mucho mejor. Así que inicié el blog con algunos vídeos de Joy of Painting -y la gente empezó a visitarlo."

Una pregunta muy válida alrededor de ASMR es, ¿entonces qué, la experiencia de sensaciones placenteras a partir de varios estímulos es realmente merecedora de un nombre, o de hecho de investigaciones? Estos temas son debatidos bajo los vídeos ASMR en sitios como Reddit a diario, pero una razón válida para ser considerado más en serio la ha sugerido MR más arriba: su valor para aquellos que experimentan estrés o insomnio. "Mi teoría es que merece la pena" dice Emma, una creadora de vídeos ASMR cuyo nick es LushWhispers, "porque los vídeos de relajación que te hacen cerrar los ojos y respirar profundamente precisan de mucha concentración. Considero imposible dejar mi mente en blanco, así que prefiero escuchar algo y dejarme ir. Puedo desconectar mucho más fácilmente que si tengo que centrarme en mí." Esto, según Tom Stafford, es un ejemplo de procesamiento irónico. "Si alguien te dice que te relajes, no es particularmente relajante -del mismo modo que si alguien te dice que no pienses en un oso blanco, no podrás pensar en otra cosa."

A pesar de toda lo aparentemente absurdos que son los vídeos ASMR, poseen claramente un atractivo poco frecuente; desde que empecé posteando ocasionalmente enlaces a estos vídeos en Twitter, hay tantas personas agradeciéndome que los haya puesto como personas burlándose. Pero la burla es ruidosa, lo que no resulta sorprendente. "Se vuelve algo peculiar", dice Tufnell, "cuando eres un adulto, estás sentado en la cama, seguramente en calzoncillos, y viendo a mujeres que pretenden ser artistas del maquillaje dándote un nuevo look. Pero al mismo tiempo, es una de las cosas más relajantes que puedo hacer." Intrigantemente, la comunidad suele rechazar la sugerencia de un área en común entre ASMR y la respuesta sexual -pero mientras las acusaciones de que ASMR puedan estar cerca del fetichismo han sido orgullosamente negadas, hay vídeos ASMR protagonizados por una mujer japonesa que chupa el brazo de un pulpo. Pero quizás es sólo un caso aislado dentro de las distintas caricias para distintas personas. "Todos somos muy diferentes en la manera en la que nos relajamos", dice Emma, alias LushWhispers. "Quizás por las experiencias que tuvimos de niños -la voz de la madre, una profesora amable, un amigo oftalmólogo...- y pueden ser una mezcla de estos sonidos y estímulos visuales los que consigan un hormigueo como respuesta."

Nadie tiene realmente una pista de qué es ASMR, si es que es algo. "Hemos tenido algunas ideas", dice MacMuiris. "Algunas parecían prometedoras, otras no llevaron a ningún lugar. Los científicos han tenido algún interés... pero pensamos que no ha sido lo suficientemente estudiado." Como fenómeno de Internet, de todas formas, es algo muy real, y que se está extendiendo increíblemente rápido. "Recuerdo cuando estos ahora fuertemente populares vídeos no tenían ninguna vista y apenas ningún suscriptor", dice Tufnell. "Algo está sucediendo definitivamente." Esta subcultura bizarra y floreciente quizás no sea el mayor testimonio de poder en Internet -estoy quizás de acuerdo en que hay algo terrible en la idea de millones de personas, yo incluido, sentados en un estado de casi-trance, perdiendo horas y horas de nuestro tiempo viendo vídeos increíblemente soporíferos en nuestros portátiles. Pero hey, al menos lo hacemos con sonrisas en nuestros rostros.

Rhodri Marsden



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